Por Dr. Víctor Nomberto Bazán
Proa Virtual se publica conmemorando los 50 años de Proa impresa. Nuestra promoción lleva el nombre del gran sacerdote Javier Balda Imirizaldu CM, asesor de la Promoción 1972 del Colegio Manuel Pardo de Chiclayo. Todos los miembros de la Promoción y egresados de nuestra alma mater están invitados a escribir en este vocero manuelpardino.
La mayoría de compañeros y egresados piensan que el nombre de nuestro colegio es por el Presidente Manuel Pardo Lavalle; sin embargo, la promotora doña María Pardo Barreda tuvo, en realidad la intención de recordar a su hermano menor el sacerdote jesuita Manuel Pardo Barreda. A continuación la historia.
Manuel Pardo Barreda SJ nació el 19 de abril de 1877 en Chorrillos, décimo hijo del Presidente de la República Manuel Pardo Lavalle y de Mariana Barreda. Su padre, fundador del Partido Civilista, se desempeñaba como Presidente del Senado cuando fue asesinado en 1878; quedando huérfano al cuidado de su madre, al igual que de sus hermanos.
Tenía diez años cuando ingresó al Colegio de los Padres Jesuitas, realizando su primera comunión. En 1893 tomó la decisión de ingresar a la Compañía de Jesús, a pesar de la oposición de sus hermanos, uno de los cuales José Pardo y Barreda, llegó a ser Presidente de la República en dos períodos: 1904-1908 y 1915-1919.
Manuel viajó en un barco a vapor del Callao al puerto de Guayaquil, para luego atravesar por vía terrestre la Cordillera de los Andes hasta Quito; haciendo escalas en Ambato, Latacunga y Riobamba, e internándose en el noviciado de la Concepción de Pifo. El 21 de junio, fiesta de San Luis Gonzaga, Manuel vistió por primera vez la sotana jesuita.
Manuel Pardo fue un excelente novicio en opinión de su maestro el padre Garate, asumiendo la vida religiosa según la Regla de San Ignacio. Y en una carta del 15 de setiembre de 1893, dirigida a Mariana Barreda por el padre Lorenzo Sanvicente señala que Manuel “no piensa sino en Dios”. Siempre tuvo un sentido práctico “imitando a Jesucristo”, venciendo toda dificultad que se le presentaba.
Diversos testimonios, como los manifestados por los padres José Roesch y José Panizo Orbegoso, dan cuenta de cómo Manuel Pardo Barreda SJ era un auténtico seguidor de Jesucristo Resucitado.
El 13 de junio de 1895, solemnidad del Corpus Christi, Manuel hizo sus primeros votos en la Compañía de Jesús. Su mayor petición era “hacerme muy santo, que es mi única aspiración en esta vida” (1). Por humildad solicitó en una oportunidad ser hermano coadjutor, lo cual no fue aceptado por sus superiores.
Como estudiante se dedicó a la gramática, humanidades, retórica, filosofía y teología. No olvidemos que su abuelo fue Felipe Pardo y Aliaga, literato y Ministro de Relaciones Exteriores. Compuso el siguiente epigrama dedicado al apellido del padre Reyes:
Aquí yace ¡Oh vanidad!
un héroe que no fue conde,
duque, ni otra dignidad;
algo más, no fue por donde
un héroe por el mundo va.
Tampoco fue general,
ni legislador de leyes,
fue más que Gran Mariscal,
más que príncipe real,
pasó de rey y fue…Reyes.
Su año de magisterio lo realizó en el Colegio de Quito, donde permaneció en dos etapas: de febrero a junio de 1897 –por razones de salud- y de setiembre de 1900 a julio de 1901. Durante este período estimulaba el trabajo de equipo y el deporte en sus jóvenes alumnos. Y fundó una Academia de Filosofía con sus discípulos, sin olvidar santificarse a sí mismo para santificar a los demás. En 1897 recibe de Pedro Rafael Gonzáles Calixto, Arzobispo de Quito, la tonsura y las Ordenes Menores.
Admiraba a Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia; y al padre Francisco Suárez SJ. Tuvo preferencia por la Teología Moral y su mayor virtud fue la caridad. Fue así como contribuyó a pagar la deuda que los padres jesuitas tenían por el Colegio San José de Arequipa (2).
Manuel Pardo Barreda SJ en el camino a la santidad
“El sacerdote debe ir al pueblo, manteniendo contacto lo más posible con él” decía inspirado por León XIII. La misión del padre Manuel Pardo SJ se resume en lo siguiente: “No tengo en la vida, otro deseo que el de unirme, más y más a Dios, y trabajar por el mejoramiento del mundo”. Como ha señalado su biógrafo: era “un varón muy santo, devotísimo del Sagrado Corazón” y cuyo ejemplo de vida fue transmitido mediante una cadena de 110 emisoras en San Luis - Missouri y otros cuatro Estados de Norteamérica, con 200,000 radioyentes (3).
Según el jesuita Matthew Hale: “Pardo inmoló a Dios juventud, inteligencia, posición social, el afecto de sus seres queridos y, finalmente la salud y la vida. El Dios de su corazón fue su recompensa”.
El padre Manuel Pardo SJ se propuso “fundar un periódico católico y una universidad católica para que no se pierda el fruto de la instrucción secundaria” y su mayor preocupación fueron las vocaciones en Perú, Ecuador y Bolivia para la Compañía de Jesús.
Se le presentaron grandes dificultades: el 2 de abril de 1904 le detectaron tuberculosis; además, falleció el Arzobispo de Quito, quedando como único Obispo de Ecuador Arsenio Andrade de la Diócesis de Riobamba, quien lo ordenó sacerdote el 26 de julio.
Su primera misa fue celebrada el 31 de julio –día de San Ignacio de Loyola- en Quito. Ese mismo día era elegido democráticamente Presidente del Perú su hermano mayor José.
Manuel Pardo Barreda se trasladó en diciembre a Lima y luego hasta Arequipa. Luego de retornar a Lima, se embarcó en el vapor “Colombia” el 29 de marzo de 1906 rumbo a Guayaquil y Panamá, donde llegó el Domingo de Ramos, para transportarse en ferrocarril a Colón, donde tomó el vapor “Montevideo” para España.
Hizo escala en Curazao y San Juan de Puerto Rico. En Santa Cruz de Tenerife la salud del padre Manuel se agravó, llegando a desembarcar en el puerto de Cádiz donde entregó su alma al Señor el 11 de mayo.
Fue embalsamado y su cuerpo trasladado en el vapor Serapis al puerto del Callao donde llegó el 19 de agosto de 1906. Sus restos fueron trasladados al cementerio en un vagón del ferrocarril, y colocados en el mausoleo de la familia Pardo, en presencia de su hermano el Presidente.
Notas:
(1) Carta del padre Manuel Pardo Barreda SJ del 11 de febrero de 1896.
(2) Carta del padre Manuel Pardo Barreda SJ a su madre, desde Quito, el 24 de abril de 1901.
(3) La familia Pardo Barreda fue la benefactora de la difusión del Apostolado de la Oración y de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús en los Estados Unidos de Norteamérica, lo cual fue reconocido la noche del domingo 27 de abril de 1942, día de San Pedro Canisio y de Santo Toribio de Mogrovejo.
Bibliografía
Hale SJ, Matthew (1945). El Padre Manuel Pardo Barreda SJ. (1877-1906). Lima: Empresa Gráfica Scheuch.
Mücke, Ulrich (2010). Política y Burguesía en el Perú. El Partido Civil antes de la Guerra con Chile. Lima: Instituto Francés de Estudios Andinos, Instituto de Estudios Peruanos.
Mc Evoy, Carmen (2007). Homo politicus. Manuel Pardo, la política peruana y sus dilemas, 1871-1878. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Instituto Riva Agüero, ONPE.
—— (1994). Un proyecto nacional en el siglo XIX. Manuel Pardo y su visión del Perú. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Nomberto, Víctor y Juan Ramírez Aguilar. Manuel Pardo Barreda SJ. Nueva Crónica 2 (Julio, 2013) ISSN 2306-1715, pp. 461-469. Escuela de Historia. UNMSM.
O’Neill, Charles Edwards SJ y Joaquín María Domínguez SJ (2001). Diccionario histórico de la Compañía de Jesús: biográfico-temático, Volumen 3. Madrid Universidad Pontificia Comillas.
Vargas Ugarte SJ, Rubén (1947). Vocación de santo: Manuel Pardo y Barreda de la Compañía de Jesús. Lima: Empresa Gráfica Sanmarti.
Javier Balda Imirizaldu: maestro, asesor, guía espiritual y amigo.
Por: Enrique Odar Rojas.
El Padre Francisco Javier Balda Imirizaldu, nació en la localidad de Lumbier, Navarra, España el 5 de Febrero de 1940. Sus padres fueron Lorenzo y Catalina. A los 17 años sintió la llamada de Dios y entró al Noviciado, ordenándose Sacerdote 10 años después, el 25 de Junio de 1967. A pedido suyo, la Congregación lo envía como Misionero a nuestro país. Estuvo en Tarma, Lima y Chiclayo, trabajando en parroquias, comunidades, colegios y clubes. Bordeando los 30 años de edad, se convierte en el Asesor, Guía Espiritual y entrañable Amigo de la pre promoción y Promoción 1972, del Colegio Manuel Pardo de Chiclayo. No solía hacer muchos aspavientos sobre su indoblegable amor por el Señor y su entrega total al ejercicio del sacerdocio, lo que hasta su último día de vida, sería su sello personal. Solía escribir lindas homilías que te hacían pensar y aceptar y defender tu compromiso para con Dios. Para el día de sus Bodas de Oro Sacerdotales, en Junio del año 2017, transcribió una conversación espiritual con Dios que nos muestra lo que guardaba en su corazón inflamado de amor:
¿Por qué me elegiste? Sólo tú lo sabes.
¿Por qué te dije sí? Porque no quise perder tu amor.
Hasta el día de su muerte, el pasado 24 de Abril, aceptó su frágil condición de salud, pero sin quejas ni remordimientos, sino más bien, con mucho agradecimiento por lo que le tocó vivir.
El Padre Javier, será recordado entre sus alumnos, como una persona risueña pero de carácter fuerte, vestido siempre de pantalón, polo y gorrito, agitando los brazos, gritando, derrochando energía, tanto en el salón, como en las canchas de deporte. Sentía que tenía muchas cosas por hacer e intuía que no tenía mucho tiempo; tal vez por ello andaba siempre apurado, como si antes de terminar de irse ya estuviera regresando. Nos corregía mucho, pero mirándonos a la cara, queriendo sacar lo mejor de nosotros. ¡Vamos hombre! servía tanto como una llamada de atención a concentrarse más en los partidos, escuchar con más atención en clase, o para motivarte a levantarte de nuevo, luego de un bajón emocional. Se molestaba seguido, pero sólo lo indicaba golpeándose con la mano su frente amplia y exclamando: Mi Madre, a lo que seguía una carcajada. Fungió de cupido y como ferviente amante del amor, contribuyó a unir y conservar muchas parejas que amenazaban desmoronarse por tonterías, que él sabía señalar, analizar y solucionar. Su aparente frivolidad y la desmesurada confianza que daba y exigía, no eran más que su fachada de guía espiritual encubierto, que creía en sus muchachos, que les aguantaba sus mataperradas pero con la seguridad que eran cosas nimias que estaban desarrollando a un buen cristiano.
Javier tenía una forma muy especial de ganarse la confianza de sus alumnos, verdaderos hijos adoptivos, para que en el momento preciso pudieran soltarse y sacar a flote lo que llevaban dentro. No quería que cargaran penas, ni pesos innecesarios, exigía que perdonaras y te perdonases. Siempre estuvo ahí para escuchar los problemas más grandes del mundo para uno, eran BOBADAS para él, que luego de recibir un jalón de orejas espiritual terminabas entendiendo, que sí pues, que él tenía toda la razón. De todos los sacerdotes y profesores laicos que tuvimos en nuestra vida escolar, probablemente él fue el más cercano, el que aunque no fueras a buscarlo, sabías que estaba disponible para ti, para lo que fuera, pero principalmente, para aliviarte. Los últimos dos años, tal vez por su larga afición al cigarrillo y por una caída peligrosa que le causó mucho daño a la cadera, estuvo viviendo prácticamente, en la Enfermería de la Parroquia de La Asunción en Miraflores, Lima y aunque fuimos a visitarlo un par veces, no nos recibió aduciendo que le habían prohibido recibir visitas que lo extenuaran.
Javicho, era una persona excepcional, en todo el sentido de la palabra y lamento mucho que algunos no lo hubiéramos conocido a fondo y empezáramos a admirarlo, un poco tarde. Empecé a conversar con él, por teléfono, hace unos meses. No me dijo ingrato, que lo merecía, no se quejó del aparente abandono en el que lo teníamos, se alegró mucho por el contrario, cuando empecé a contarle de los grandes proyectos para la celebración de nuestras Bodas de Oro, de los que me dijo que eran atrevidos pero que él no esperaba menos de nosotros. Y cuando le dije, la primera vez, que queríamos nos acompañara en al menos dos de esas actividades, me dijo que no era posible, que no le darían permiso. En una segunda conversación cuando le insistí en el asunto me dijo: no te hagas ilusiones, no creo poder llegar. A mediados de Enero, que conversamos por última vez, en una llamada que me dijo no debería pasar de 5 minutos porque así se lo indicaba la enfermera que lo cuidaba, conversamos más de 40 minutos. Me dijo que nos quería, que nos recordaba mucho, pero que aunque obtuviera el permiso para salir y acompañarnos a un almuerzo, aunque sea, él no lo haría, porque no pues, porque no quiero que me vean, enfermo y en silla de ruedas, ¡Que no es orgullo, hombre!, que es no querer perder el cariño grande que él sabía le profesábamos. Que quería ser recordado activo, enérgico, como se le conoció y se le admiraba.
Descansa en paz, querido amigo. Y desde ahí, desde tu merecido sitio en la Gloria del Señor, sigue cuidando de nosotros, que sabes bien cómo lo necesitamos.
* Anécdotario
Iniciamos ésta sección que tiene por finalidad traer en el tiempo diversos hechos y circunstancias de la etapa escolar, que calaron en nuestras vidas. La idea es que todos podamos colaborar enviando artículos e imágenes relacionadas con la sección para compartirlos.
Por: Oscar Tafur Vidarte
PD: Si alguna parte de la narración resulta incompleta o no exacta
favor hacerla saber en sus comentarios.
* Fotos del recuerdo:
Club de Teatro
Radio y Periodismo
Recuerdo Promocional Sección "A"
Maíz, misterio ancestral del sol,
de la milpa azteca y la incaica
andenería; mazorca, capullo
y enjambre donde duerme
el tesoro de nuestro pueblo
Guarda fragancia de ambrosía
y arreglos de vello y grano dorados
que maduran en vasija de barro cocido
los vahos sublimes elevados hacia los astros.
Ofrenda de los tallos donde duermen las alondras.
Entre las pircas de las vegas y las hileras de los nogales
los capulíes acompasan el amor de las torcazas y las tortolas.
* Amenidades:
- "El pasto es azul".
El tigre respondió:
- "No, el pasto es verde".
La discusión se calentó, y los dos decidieron someterlo a un arbitraje, y para ello concurrieron ante el león, el Rey de la Selva.
Ya antes de llegar al claro del bosque, donde el león estaba sentado en su trono, el burro empezó a gritar:
- "Su Alteza, ¿es cierto que el pasto es azul?".
El león respondió:
- "Cierto, el pasto es azul".
El burro se apresuró y continuó:
- "El tigre no está de acuerdo conmigo y me contradice y molesta, por favor, castígalo".
El rey entonces declaró:
- "El tigre será castigado con 5 años de silencio".
El burro saltó alegremente y siguió su camino, contento y repitiendo:
- “El pasto es azul”...
El tigre aceptó su castigo, pero antes le preguntó al león:
- "Su Majestad, ¿por qué me ha castigado?, después de todo, el pasto es verde".
El león respondió:
- "De hecho, el pasto es verde".
El tigre preguntó:
- "Entonces, ¿por qué me castigas?".
El león respondió:
- "Eso no tiene nada que ver con la pregunta de si el pasto es azul o verde. El castigo se debe a que no es posible que una criatura valiente e inteligente como tú pierda tiempo discutiendo con un burro, y encima venga a molestarme a mí con esa pregunta".
La peor pérdida de tiempo es discutir con el necio y fanático al que no le importa la verdad o la realidad, sino sólo la victoria de sus creencias e ilusiones. Jamás pierdas tiempo en discusiones que no tienen sentido... Hay personas que por muchas evidencias y pruebas que les presentemos, no están en la capacidad de comprender, y otras están cegadas por el ego, el odio y el resentimiento, y lo único que desean es tener la razón aunque no la tengan.
Cuando la ignorancia grita, la inteligencia calla. Tu paz y tranquilidad valen más.
* Hablemos de Cine, Series de TV, Música y ... algo más
Ese es el objetivo final de los créditos de una película: destacar a todos los que han trabajado en el producto audiovisual. Y aunque parezca algo que está asociado a las películas desde el inicio, lo cierto es que no fue hasta la década de los 70 en que la opción de añadir los créditos al final de la película se estandarizó y se comenzó a llevar a cabo en todas las producciones” (1).
Normalmente en las series de TV no se suele mostrar en detalle todos los créditos referidos a las actividades técnicas involucradas, tal vez por cuestión de tiempo, tan valioso para la publicidad en TV. Y en algunos casos excepcionales no se muestra ningún crédito sino hasta el final de la película, como por ejemplo en algunas dirigidas por Clint Eastwood.
Desde muy niño me ha gustado, siempre, fijarme en los créditos que aparecen en una película o en el capítulo de una serie. Enterarme de todos los detalles, tanto los técnicos, como los referidos a personas, instituciones que intervienen en un determinado filme. Es más, hasta ahora me quedo sentado en mi butaca, leyendo esos detalles de final de película mientras toda la gente se va retirando del cine, hasta que la sala queda prácticamente vacía, conmigo adentro.
Corría el año 1970, y yo era un adolescente de 14 años que disfrutaba de un episodio de la serie británica “Departamento S”. En dicho capítulo, al inicio de la trama, se veía cómo le lavaban el cerebro a un hombre joven, haciendo que al presentársele después, determinadas situaciones o vivencias, cada una de ellas iba a estimular su cerebro obligándolo a dar diferentes pasos en secuencia, que iban a terminar finalmente con el asesinato de una persona. En el trayecto de esas situaciones se aprecia al protagonista sudando frío y tratando de luchar internamente contra sí mismo, para evitar reaccionar a cada estímulo sin saber, por supuesto, a qué le llevaría ello al final.
Me impresionó mucho la soberbia actuación del joven actor invitado, por lo que esperé al final para leer en los créditos, de quién se trataba. Y ese nombre se quedó grabado en mi memoria por muchos años.
Se trataba de un tal Anthony Hopkins a quien no conocía y quien todavía estaba muy lejos de convertirse en el famoso y gran actor en tan dilatada carrera que hoy reconocemos.
Añado que Sir Anthony Hopkins es incluso ganador del último Oscar de la Academia a mejor actor por su memorable actuación en la película The Father, que de paso recomiendo verla. Y se ha convertido en el actor de mayor edad en ganarlo. Con 83 años cumplidos en ese entonces.
Por si acaso, para quienes deseen saberlo, el episodio al que hago mención, es el décimo tercero de la segunda temporada. Se emitió por primera vez el 21 de Enero de 1970 y se denomina “A Small War of Nerves" o “Una pequeña guerra de nervios" en español (2).
Apreciemos gracias a Youtube un pequeño tráiler de dicho episodio y observen allí a Anthony Hopkins en pequeñísimos fragmentos de su soberbia actuación.
https://www.youtube.com/watch?v=susVnKXCWrc
El episodio completo en inglés lo podemos apreciar en Dailymotion. Aunque esté en idioma inglés, tal vez nos puede permitir observar desde un inicio un poco más de la muy buena actuación de Anthony Hopkins.
https://www.dailymotion.com/video/x4a9w0q
Notas:
1) CPA Online, prestigioso centro especializado en formación audiovisual de España:
2) IMDB (Internet Movies Data Base)
*Calidad de vida y salud
Desde la perspectiva de mis vivencias profesionales a lo largo de
casi 40 años de ejercicio, pienso que es necesario enfocar el tema
de salud personal desde un panorama que tenga trascendencia en
nuestra vida misma y las expectativas futuras de ella, hasta que
tengamos que acudir al llamado de nuestros antecesores.
Desde
una perspectiva biológica, todos los seres humanos crecen,
experimentan pubertad, maduran y envejecen en el curso de una vida
normal y saludable. Si no consideramos las demás etapas de nuestro
desarrollo como enfermedades o condiciones que hay que superar,
¿por qué muchas personas, incluyendo renombrados científicos,
tratan de enmarcar el envejecimiento como un problema que hay que
resolver o una enfermedad que hay que curar?
Desde una
perspectiva humanista, la principal respuesta es que el
envejecimiento está inextricablemente ligado a la muerte. Aunque
las teorías biológicas del envejecimiento son muy persuasivas, la
mayoría de los seres humanos no consideran que su único propósito
en la vida sea la procreación de la especie. Más bien, los seres
humanos suelen desear una vida completa, entendida en los términos
del ciclo vital completo. No sólo quieren procrear, sino criar a
sus hijos y establecer vínculos con sus nietos. Quieren adquirir
sabiduría a través de las experiencias vitales que a menudo sólo
se presentan en los años de mayor edad .
La
Organización de las Naciones Unidas considera que una persona
comienza la tercera edad a partir de los 60 años. Hoy en día
existen dos modelos contrapuestos para entender la vejez y sus
cambios.
El primero de ellos es el modelo deficitario,
el cual se enfoca en la pérdida de las capacidades biológicas,
psicológicas, sociales y culturales que caracterizan la última
etapa de la vida que culmina con la muerte.
El segundo
es el modelo más exitoso, que alude al desarrollo específico y
positivo de la persona, en el cual la vejez se concibe como una
etapa más del ciclo vital, una oportunidad para seguir
aprendiendo.
El concepto de un buen envejecimiento o,
por el otro lado, de uno “malo”, está más influido por aspectos
psicológicos y sociales que por razones biológicas. Envejecer es
inevitable y constituye parte de la función biológica que se debe
cumplir como ser humano, sin embargo eso no significa que deba ser
perjudicial. El secreto del buen envejecer está dado por la
capacidad individual de aceptar y acompañar las inevitables
declinaciones, sentirse y procurar ser activo, sentirse querido y
necesitado.
Así como el individuo de mediana edad
vive en ocasiones preocupado con el número de años que ha dejado
de vivir, el senescente vive más el presente, el aquí y el ahora,
gozando intensamente de lo más elemental de las cosas: los
colores, las formas o las emociones humanas.
Es
sabido que la creatividad no declina necesariamente con la edad.
Pero lo más importante es saber que la mayoría de los ancianos
pueden permanecer productivos y activos durante casi toda su vida.
La curiosidad y la capacidad para mostrar sorpresa ante los hechos
de la vida son cualidades que ayudan considerablemente a la
adaptación en cualquier edad, y mucho más en la vejez.
Algunos
de los patrones de comportamientos y pensamiento de personas más
felices son:
● Dedicar tiempo a sus
familias y a sus amigos. Al envejecer somos más
conscientes de lo limitado que es el tiempo y lo
beneficioso que es compartir momentos familiares y amicales.
● Sentirse cómodos expresando su gratitud
por todo lo que tienen.
● Ser optimistas
al imaginar su futuro. El pensamiento positivo es clave para la
salud mental y el humor.
● Saborean
los placeres de la vida y tratan de vivir en el presente.
Descubrir pasatiempos nuevos o incluso retomar algunos como la
lectura, aprender idiomas, o pintar, mantienen activo el cerebro.
● Convertir el ejercicio físico en
un hábito semanal, y en ocasiones cotidiano. Esto mejora la
flexibilidad, el equilibrio y la fuerza. Además, mejora el humor y
la autoestima y es efectivo para reducir los factores de
riesgo de enfermedades cardiovasculares. Caminar, nadar, bailar,
la gimnasia y el yoga son diversas alternativas.
●
Estar profundamente comprometidos con sus objetivos y
ambiciones para toda la vida.
Cicerón
llamó a la vejez "el otoño de la vida" y ciertamente cada etapa de
la vida tiene su propia belleza y sus propias tareas. Hay una
madurez digna en el otoño que nos hace descansar y nos invita a
reflexionar... una cierta nitidez en el aire y las sombras que
centra la mente en lo esencial.
Tomar distancia
para considerar nuestra vida como un todo puede ayudarnos a ganar
perspectiva en cada etapa. En cada etapa de la vida estamos
madurando y creciendo y eso no se detiene cuando tenemos 18 o 71
años. Podemos y debemos estar siempre abiertos a nuestro propio
crecimiento personal.
Las experiencias
adquiridas a través de la vida aportan madurez y conocimiento. A
medida que envejecemos, tenemos una mayor sabiduría para los
asuntos humanos que cuando éramos jóvenes. Los que ahora
consideramos mayores deberían ser vistos como un tesoro para todos
nosotros...una fuente preciosa de consejos y orientación. Y más
allá de eso, los signos de fragilidad humana que están claramente
relacionados con el envejecimiento nos recuerdan nuestra mutua
dependencia y conexión con los demás.
“Cuán lejos llegues en la vida depende de
que seas tierno con los jóvenes, compasivo con los ancianos,
comprensivo con los que se esfuerzan y tolerante con los débiles y
los fuertes, porque algún día habrás sido todo eso”
— George
Washington Carver
A lo largo de las estaciones de nuestra
vida seremos todas estas cosas y cada estación traerá consigo
diferentes talentos y dones. El talento de un corazón que escucha
es uno que crece con la edad y la sabiduría. En nuestra época de
intenso ruido, es un don que debemos valorar. Además, los signos
de la fragilidad humana también deberían llamar a nuestra
compasión y cuidado, ya que esa dependencia es una conexión con
nuestra humanidad común y puede sacar lo mejor de lo que somos.
A lo largo de nuestra vida hemos sido testigos de
múltiples situaciones que nos han enseñado la importancia de
aprender en base a la experiencia y han sido gratificantes
en tanto hemos vivido ocasiones que nos han permitido crecer y
avanzar en nuestro largo camino de vida; y han sido traumáticas,
tristes o desventuradas cuando hemos perdido aquello que nos
llevaba a ser más y mejores personas o la partida de un ser
querido.
La conservación de nuestra salud deviene la
mayoría de las veces de conservar la paz mental,la paz en el
corazón y en el propio espíritu, de saber reír y aprender a reírse
de uno mismo (nosotros también somos graciosos ante los ojos de
los demás), de saber apreciar el el arte en general (la música, la
danza,la poesía,un buen libro, etc, el amor a los demás y el
cultivo del amor propio, de tener una buena alimentación con
alimentos saludables y nutritivos, en la energía que se irradia de
un abrazo sincero dado incluso a la distancia, en la presencia
constante de los amigos, que son la familia que elegimos y, en
nuestra familia de origen, de donde nace nuestra sangre y nuestro
patrón genético, en las bendiciones y los buenos deseos que
expresamos con sinceridad y afecto,en las oraciones que elevamos
por los demás y por nosotros mismos conversando con Dios
Todopoderoso acerca de nuestras debilidades, limitaciones y
nuestros propios proyectos, en nuestra propia fe y en la
aceptación que tengamos a los designios de Dios.
Sigan
cuidándose queridos hermanos, y que la bendición de Dios nos
proteja y nos acompañe siempre en unión de nuestras familias.
Héctor Gerardo Caballero Vera
CMP 16703 RNE
7424 RNM 0042 RND 0259
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